jueves, 13 de septiembre de 2012

Ocho de la Danza del Dos del Eterno Presente

Ya ha llegado el momento de dar descanso al amanuense, descanso para que pueda afrontar sus nuevas aventuras. Ya ha llegado el momento de que esta obra sobre la Vida, sobre el Infinito, sobre la Eternidad, es decir, sobre tu corazón, concluya donde empezó: Ahora y Siempre. Obviamente a los mortales no les interesan demasiado estas Memorias del Eterno Presente de la Vida; pero sabemos que finalmente vendrá a interesarles su propia Eternidad, pues gracias a ella podrán construir el Paraíso que sólo el Amor puede brindarles, ese Amor que es Riqueza para Todos y para Siempre. El Uno de la Fraternidad del Dos del Eterno Presente en todo el Mundo se sentirá su Advenimiento, a todos los corazones llegará la semilla de una nueva era, de esta Verdad que no puede expresarse con el verbo de los mortales, de este sentimiento de gozo infinito que nos ofrenda el Eterno Presente de la Vida... El Eterno Presente no está en las cumbres ni en la mente de los místicos, está en tu corazón, en tu familia, en tu trabajo, en tu voluntad... En tu Vida. Tú puedes hacerlos eternos si es que eternos los quieres. Cuando tu Fe está en la Vida, cuando tu Fe está en Dios (y no en la lotería que es la negación de la Vida y de todo tu Poder), entonces abrazas el Eterno Presente... Allá estaré yo: si alguien precisa de mí, que me busque en el Eterno Presente de la Vida. Hasta Ahora.

SINFÍN

Jesús María Bustelo Acevedo

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Siete de la Danza del Dos del Eterno Presente

Hola, Dorian, espero que te encuentres bien. Muchas gracias por tu carta, como siempre, muy aguda e inspirada. Dorian, el Sol de la Verdad tan sólo quema las mentiras (es decir, todo lo mortal). Su Luz que nos da la Vida no se destruye a sí misma. Nuestra Libertad es completa, benéfica e infinita, y ejercerla es rendir obediencia a Dios, ese es el gran misterio de la Vida. La percepción humana (mortal) torna malas muchas cosas que en su concepción, en su esencia verdadera, son siempre buenas, benditas, sagradas. Y así sucede con nuestra Libertad. Para los mortales todo es cuestión de tiempo, de tiempo y de espacio, pues es con esos valores con los que se identifican. Mas, identificados plenamente con lo eterno y con lo infinito, el tiempo ya no tiene ninguna razón de ser. En cuanto al Curso de Eternidad, tú mismo podrías escribir ese quinto capítulo, Dorian. Ya lo sabes, en los tiempos que corren todo es interactivo. La quinta lección, la Intericiencia, alude al saber interior que habita en cada persona, ese saber despojado de todo condicionante social. Escucha tu propia voz, tu propio silencio, porque en tu alma mora el auténtico maestro de la Verdad, el don de la Alegría y del Amor, el Eterno Presente de la Vida. Eso es todo. Haz siempre lo que verdaderamente quieras y nunca dejarás de ser feliz. Un abrazo. Hasta siempre. Laverhali.

Jesús María Bustelo Acevedo

lunes, 10 de septiembre de 2012

Cinco de la Danza del Dos del Eterno Presente

Dios nos creó eternos. Vivir en el Eterno Presente es amar a Dios, cumplir su Voluntad.

Jesús María Bustelo Acevedo

sábado, 8 de septiembre de 2012

Tres de la Danza del Dos del Eterno Presente

Cuando un pueblo está más "atrasado", eso no es malo, sino bueno, porque tiene menos condicionantes, sus ciudadanos no están convertidos en estatuas enamoradas de lo que son (de lo poco, efímero y limitado que son), y por lo tanto sólo un pequeño cambio en su enfoque puede determinarlos a abrazar la abundancia infinita que ofrenda lo perenne, la verdadera vida, esa riqueza para todos y para siempre que es el Amor. El Eterno Presente de la Vida es por lo tanto la gran revolución que clama en los corazones de los desfavorecidos, no en las almas muertas de los hombres estatuas del mal llamado mundo desarrollado (el mundo manipulado)... Es en el gran desierto de las almas olvidadas donde el Eterno Presente levanta su jardín paradisíaco. Si bien es cierto que sólo es manipulable lo que aún no fue manipulado, tan sólo un corazón que se vacía de las mentiras (de lo mortal) puede llenarse de la Verdad, del Amor y de su Riqueza.

Jesús María Bustelo Acevedo

viernes, 7 de septiembre de 2012

Dos de la Danza del Dos del Eterno Presente

Danzar es abrazar la Música. La Música nos enseña lo que es la Alegría. Hasta la mal llamada "música triste" es alegre tan sólo por ser Música. La Vida es una Danza Eterna.

Jesús María Bustelo Acevedo

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Veintiocho de la Belleza del Dos del Eterno Presente

Hola, Laver, what's up? Por acá, todo bien; ya llega el otoño, una estación con la que me identifico plenamente, una estación que va a lo suyo, sin meter las narices en los asuntos de los demás, se pega su baile de hojas secas y hasta el año que viene. ¿Qué pasa? Hay quien tiene seco el corazón y el cerebro y nadie le dice nada. En fin, Hali, si no fuera por las simplezas que te acabo de leer sobre la libertad y la obediencia, estaría la mar de contento, risueño y despejado; sobre todo por mi matrícula de honor en Readance (ya sabes, consiste en leer mientras bailas y luego te examinan sobre lo leído). Todavía ando un poco asfixiado de la marcha que me pegué, y aun así me empapé bien de la lectura, como puedes comprobar con mis notas. En cuanto a lo tuyo, ya ves, este es el mundo en que vivimos, donde el morbo de un bretón tiene mucho más gancho que la verdad de un andaluz. Pero después de leerte, yo que tú presentaría tus verdades a los Paralímpicos, porque cojean bastante. En fin, será que no les encuentro las supervalías, las cosas de los mortales. Y es que no te puedo perdonar que al final tu interesante curso desemboque en un manido obedecer a Dios. Bueno, ¿y dónde está ese dios?, ¿cómo hago yo para meterme en tu cabeza y charlar un rato con él? ¿Cómo podemos ser auténticos creadores si sometemos la voluntad a la de Dios? ¿Dónde está la libertad, si al final es prisionera y dependiente de esa obediencia? ¿O acaso nuestra voluntad, nuestra libertad, comienza y acaba fuera de nosotros? Ya, sé lo que me dirás, hablarás de la armonía entre las voluntades divinas y humanas; o sea, que todo se reduce a esperar a que ambas encajen, vamos, que es cuestión de tiempo (!). La verdad es que yo no velaría tan cerca del Sol, pues puede ser que te quemes... Es broma, Hali. Lo que sí es gracioso es eso de que yo te creo a ti (qué arte tienes, pisha); entonces, ¿quién me crea a mí? Ah, claro, cualquiera que me esté leyendo. Volviendo a tu curso, parece que los superhombres andáis superempanaos, porque se te ha pasado una de las lecciones. O a lo mejor es que no hay quintos en el Eterno Presente, como es el Reino de la Paz... Aunque conociéndote, no creo que sea algo involuntario. Vamos a ver cuál es la sorpresa que nos guardas con esa quinta lección... Por mi parte, aquí te dejo, Hali, gracias por todo y suerte por esos caminos que te construyes... Justo ahora me sobreviene un mal presentimiento, una certeza de fin inevitable que habrá que aceptar como quien abraza la nada de la muerte; aunque seguramente tú tan sólo dirías que yo me construyo mi mal por propia voluntad. Un abrazo. Dorian.

Jesús María Bustelo Acevedo

domingo, 2 de septiembre de 2012

Veinticinco de la Belleza del Dos del Eterno Presente

Para concluir este humilde y divertido (las cosas serias e importantes son siempre divertidas) Curso de Eternidad abrazaremos el conocido tema de la Descursificación. En esta séptima y última lección tomamos conciencia de que la Eternidad no tiene (no sigue) ningún curso (el manido tema del río), por lo tanto debemos descursificarnos del curso: Mi único río, dice la Eternidad, es este con el que río gozoso eternamente. El curso es la jerarquía aplicada al tiempo, es considerar que todo tiene un proceso: un inicio, un desarrollo y un desenlace. Pero todo eso es así sólo en el mundo de los mortales. Para lo Inmortal no hay procesos ni jerarquías, ni muertes ni nacimientos. El Espíritu que nos anima a todos, nuestras almas, es eterno, infinito, todo Amor, Voluntad, Gratitud... La Gratitud es la aprobación, el goce, la ofrenda generosa y el placer de cuanto somos, ahora y siempre, en este Eterno Presente de la Vida. Es un acto de afirmación bondadosa; es decir, somos felices con lo que somos, somos dichosos con la Gracia de la Vida (eso es Gratitud: gozar la Gracia de la Vida); estamos agradecidos por ser lo que somos, por ser la Vida. Y para ser lo que somos no se precisa ningún curso: lo que tiene curso se acaba y se muere porque no es real. Gratitud es Voluntad. Es un acto de Creación. Y también (como en enigma incomprensible por la razón mortal) de Obediencia a Dios, ese Dios que nos hizo a su imagen y semejanza: Creadores. Esto nos lleva a una de las grandes máximas de la Vida: ejercer tu Libertad es obedecer a Dios. La Libertad es el ejercicio del Amor.

Jesús María Bustelo Acevedo 

jueves, 30 de agosto de 2012

Veintidós de la Belleza del Dos del Eterno Presente

Tal vez debería haber también, en este eterno calendario, un mes de la Inteligencia; aunque en realidad sí que lo tenemos, el mes de la Sabiduría, nuestro décimo mes del año. Los mortales tienen un concepto bastante curioso de la inteligencia, como corresponde a la naturaleza efímera de sus percepciones: ¿cómo se puede tolerar que a un brutal criminal se le halague colgándole la vitola de hombre inteligente? (Por otra parte, no me sorprende de un mundo que a quienes tratan al prójimo con Amor y Bondad les tacha de necios, torpes, fantasiosos, ilusos o descerebrados). ¡Ese es el idioma, la cultura, de quien vive en lo falso, de quien vive en lo mortal! Y ese es su objetivo: adular a los hombres basura y ridiculizar a las gentes de bien. Pero la verdadera Inteligencia no se conoce si no se conoce el Eterno Presente de la Vida. Inteligencia es saber ser lo que somos: Vida. Inteligencia es gozar de lo que somos: Vida. Inteligencia es amar lo que somos: Vida. Somos Vida. Somos Amor. Inteligencia no es maltratar, no es odiar, no es manipular... No es matar. Sólo los mortales pueden relacionar la inteligencia con el crimen. Ese falso concepto de inteligencia crea criminales. Quien no ama la Vida (la Vida es Amor) no es un hombre inteligente.

Jesús María Bustelo Acevedo

miércoles, 29 de agosto de 2012

Veintiuno de la Belleza del Dos del Eterno Presente

Los conflictos que uno tiene consigo mismo se exteriorizan en confrontaciones con el prójimo, expecialmente con aquellos del entorno más cercano. El rencor hacia algo o alguien no es más que falta de aprobación de sí mismo: nuestros sentidos nos hacen ver "afuera" la lucha interna que tenemos, nuestro enfrentamiento con nosotros mismos (puesto que uno no puede "chocar" con sí mismo el conflicto se exterioriza aparentemente); cuando esta confrontación se detiene, cuando superamos nuestra propia lucha interna, que no es otra cosa que la defensa incondicional del ego, de nuestra mortalidad, entonces comenzamos a vivir en el Eterno Presente. Y ese es nuestro Paraíso, la Tierra Prometida.

Jesús María Bustelo Acevedo