jueves, 16 de agosto de 2012

Ocho de la Belleza del Dos del Eterno Presente

Belleza, así es toda la Verdad. Dolor, culpa, miedo, resentimiento (nuevo fracaso en el sentir: el resentido no sabe sentir, ¿cómo va a volver a hacerlo? Debe sentir que no sabe sentir para gozar el sentir)... Mentira, todo ello es lo que no es, lo que no es en el Eterno Presente. ¡Ah, la verdad!, ¿qué es la verdad?, gritan algunos mortales y casi les da un soponcio. Aguardan una respuesta desde afuera cuando la Verdad está en sus corazones, no es ninguna pregunta ni ninguna solución: la Vida no es ningún problema, la Vida es Placer, y el Placer es Amor, y el Amor es Belleza... Eso es la Verdad. La Verdad nos hace libres, porque la Verdad es Libertad. Libertad absoluta para todos, porque Libertad Absoluta es Absoluto Amor. La Libertad nunca hace daño: quien hace daño no tiene ni sabe qué es Libertad. Libertad no es carta blanca para herir a tus hermanos (esa es la caricatura que los mortales hacen de la Libertad, incapaces de abrazarla en su verdadera acepción), porque Tú eres tus hermanos; cuando esa falsa "libertad" hace daño es porque no se cree en la Libertad, ni en el Amor, ni en la Vida... Ni se vive en la Verdad. Pero en el Eterno Presente de la Vida la Libertad es el uso infinito que con nuestro propio albedrío amorosamente hacemos de ella en nuestro provecho y en el de todos, pues el Bien que es Bien es Bien para todos (tu "bien" no es el "mal" de otros como piensan los mortales en sus percepciones duales, caducas y limitadas). Y Belleza es Creación, ejercer de creadores con Amor, con Fe, con Alegría, tal como lo hace el Gran Artista del Universo: Dios.

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario