Veintisiete de la Serenidad del Eterno Presente

¿Cómo podrían este par de docenas de sonidos expresar toda la música infinita del Eterno Presente? Toda esa belleza que trasciende el tiempo y el espacio, y no por sabiduría, sino por verdad. La verdad de la vida que no conoce otras ataduras que las del Amor. El Amor no existe en el mundo del tiempo y del espacio, del pasado y del futuro, el Amor es gran Presente que jamás principia ni concluye, y eso son nuestras vidas cuando son sólo vidas, Amor. Allá donde hay muerte, no hay verdad ni hay Amor. La era de los personajes ya no es más que una fantasía de la que no se tiene noticias allá donde tan sólo reina el Eterno Presente. Ellos no son más que miedo, culpa y dolor vestidos de aparente libertad. Pero el Eterno Presente lo es todo, todo lo verdadero, todo lo inmarcesible, toda la Libertad, todo el Amor, todo el Poder.

Jesús María Bustelo Acevedo