domingo, 18 de septiembre de 2011

Trece de la Danza del Eterno Presente

Aquí seguimos disfrutando de este enorme, infinito, presente de la vida. No hay grandes novedades que resaltar, aunque todo se renueva permanentemente en esta verdad que ningún rosario de palabras humanas, eso que llaman lenguas aunque no valgan lo que vale un beso, pudiera nunca abarcar ni transmitir, y aquí estoy yo ejerciendo el contrapunto contradictorio que lo refleja y corrobora. En esta Era del Eterno Presente todo danza, porque todo es Vida; la muerte no existe, tan sólo pudo hacerlo donde el tiempo domina y en el corazón de quienes la eligen para sí. El hombre, creador de todas las cosas cumpliendo con ello la Palabra de Dios, tiene en sus manos todo sus destinos y es el mejor de ellos el que inexorablemente le corresponde. Y esto lo sabe cualquier mujer simple que sea algo más que una simple mujer. Al alcanzar este cuarto mes de nuestra nueva y perenne Era toda la República del Infinito se despierta jubilosa ante los sones de esta música que nos acerca a las estrellas, donde vuelan nuestras almas con toda esa libertad que los mortales no pueden concebir. Todos danzamos, porque la Vida es Música y Música es la fuente del Amor, ese Amor que nos impone la ley de la Alegría invariablemente en nuestros corazones.

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario