sábado, 16 de julio de 2011

Cinco de la Alegría del Eterno Presente

Hemos comenzado un nuevo mes de esta espléndida e inconmensurable Era del Eterno Presente, la perenne y definitiva, puesto que cada mes tan sólo tiene 28 días, ¿para qué más? Este mes de la Alegría nos llega, como siempre, con buenas vibraciones, invitándonos a llenar nuestros pensamientos de todo aquello en lo que precisamente vamos a devenir, y no hay mejor alimento para la mente que la divina y humana Alegría. La Alegría siempre tiene el tamaño que queramos otorgarle, aunque por su pureza no exista grandiosidad que pueda abarcarla; un día se hizo un traje con todo el Infinito y le quedaba pequeño. Es por eso que la Alegría es como el Amor, una fuente que jamás se termina, cuanto más ofrenda más posee, cuanto más nos sacia mayor es su depósito de Felicidad. En esta nueva Era del Eterno Presente todos los superhombres, todas las supermujeres, de mi tribu, la República del Infinito, siempre piensan en positivo, afirmándose y reafirmándose en todo lo mejor que tienen en su interior, que no es su interior, porque nuestra Alma está en las estrellas. Eso que llamamos el mundo exterior, nuestro entorno, nuestras circunstancias que ignorantemente etiquetaban de fortuitas en el tiempo del tiempo y el espacio, esa era pasada y basada en el miedo, la culpa y el dolor, en personajes sutilmente programados capaces de agredir a quienes sana y amorosamente les pusieran ante sus ojos el placer infinito de su propia Alegría, de su propia Libertad; todo aquello que como digo nos brinda esa pequeña parte de lo que somos y que llamamos sentidos no es más que nuestra fantástica y hermosa (otrora quizás no tan) Creación, el fiel reflejo de lo que sembramos en nuestros corazones con las fértiles herramientas de nuestros pensamientos. Pues bien está escrito en el Libro de los Libros: Creadores somos a imagen y semejanza de Dios, el prístino Hacedor.

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario